Ubicada en una de las zonas más privilegiadas y serenas de la Costa Brava, esta impresionante propiedad ofrece un refugio de paz y privacidad absoluta. Rodeada de un entorno natural excepcional, se encuentra a pocos minutos de las idílicas playas de aguas cristalinas y del encantador casco antiguo medieval de Pals.
Con una parcela ajardinada de 8.000 m², esta finca combina a la perfección elegancia y confort. La propiedad, originalmente construida en los años ochenta y completamente reformada en 2010, cuenta con una casa principal de 460 m² y una vivienda secundaria de 236 m², antiguamente destinada a la casa de los guardeses. Además, se suman otras edificaciones anexas que completan un total de 150 m² adicionales.
Casa principal
Planta baja: Espaciosa y luminosa sala de estar con chimenea, gran salón-comedor, cuatro dormitorios en suite, aseo de cortesía y una cocina office totalmente equipada.
Primera planta: Impresionante suite principal de 80 m² con dos vestidores y una amplia terraza-solárium con vistas panorámicas al jardín.
Vivienda secundaria
Dispone de 236 m² distribuidos en un acogedor salón-comedor, tres dormitorios, dos baños, cocina independiente y garaje con capacidad para dos vehículos.
Exteriores de ensueño
El entorno de la finca es simplemente espectacular. Sus 16.000 m² de bosque de pinos y 11.000 m² de olivar proporcionan un escenario natural inigualable, garantizando máxima privacidad y un ambiente de desconexión total.
En la zona ajardinada se encuentra su joya: una majestuosa piscina rodeada de un elegante porche de verano, ideal para relajarse y disfrutar del clima mediterráneo. Además, la finca dispone de pozo propio, sistema de riego automático, calefacción centralizada de gasoil en ambas viviendas y diversas instalaciones de apoyo, como cuarto de calderas, cuarto de aguas y caseta para herramientas.
Esta exclusiva propiedad es un auténtico oasis de tranquilidad, perfecta para quienes buscan privacidad, amplitud y el encanto inconfundible de la Costa Brava.